Un análisis reciente de los datos de la misión Chandrayaan-3, operada por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), indica que podría haber agua congelada a solo diez centímetros bajo la superficie lunar. Este indicio refuerza la viabilidad de bases humanas en nuestro satélite, ya que el agua es un recurso clave para la hidratación y producción de oxígeno.
El agua en la Luna fue objeto de especulación durante décadas, con estudios previos que sugerían su presencia en cráteres de los polos, donde la luz solar nunca llega. Alberto Saal, un geólogo Argentino egresado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), dirigió el equipo de investigación de la Brown University de Estados Unidos que logró detectar hidrógeno en rocas lunares recolectadas por las misiones Apolo 15 en 1971, y Apolo 17 en 1972. Este hallazgo indicaba que el satélite natural de la Tierra contendría agua.
La inquietud de Alberto por investigar la presencia de agua en la Luna surgió al conocer una nueva técnica desarrollada por Erik Hauri, del Instituto Carnegie, que mejoraba la detección de elementos volátiles en rocas volcánicas. Saal pulió diminutos granos de vidrio volcánico de las rocas lunares para analizar su composición química interna, demostrando la existencia de hidrógeno, un indicador de agua disuelta en los minerales del manto lunar.
![Alberto Saal, geólogo Argentino egresado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).]()
Alberto Saal, geólogo Argentino egresado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Los nuevos resultados obtenidos por Chandrayaan-3 indican que esta agua, en forma de hielo, podría encontrarse en una mayor extensión del terreno lunar de lo que se creía. Durante años, la comunidad científica había asumido que el hielo solo podría persistir en regiones de sombra permanente, protegidas del calentamiento solar, pero la posibilidad de encontrar reservas de agua en zonas expuestas a la luz abre nuevas perspectivas para futuras misiones y plantea interrogantes sobre los procesos que permiten la retención de hielo en la superficie lunar.
Este hallazgo podría tener implicaciones para la exploración lunar, y para la comprensión de otros cuerpos celestes. Marte, por ejemplo, presenta una dinámica térmica similar en sus polos, lo que sugiere que métodos como el utilizado por Chandrayaan-3 podrían aplicarse para buscar agua en el subsuelo marciano. La posibilidad de encontrar hielo accesible en diferentes planetas y lunas del sistema solar fortalecería los planes de colonización y exploración a largo plazo.
![La misión Chandrayaan-3, operada por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO).]()
La misión Chandrayaan-3, operada por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO).
Sobre cómo se originó la presencia de agua en la Luna, existen distintas teorías. Se cree que nuestro satélite se formó con un impacto cataclísmico entre la Tierra temprana y un objeto de tamaño similar a Marte, hace unos 4500 millones de años. El agua podría estar incluida en la composición del material que formó al satélite en estre evento.
Otra posibilidad que se analiza es que el agua, en cambio, se sumó poco después de la formación lunar gracias al material meteorítico rico en esta sustancia. Los análisis posteriores del equipo de Saal revelaron que el agua lunar tiene la misma "huella digital" isotópica que el agua de las condritas carbonosas, meteoritos primitivos considerados la principal fuente de agua en la Tierra. Esto puede indicar un origen común para el agua en ambos cuerpos celestes.
En cualquier caso, a medida que la exploración lunar avanza, si se confirma que el agua en la Luna es más abundante y accesible de lo que se pensaba, se abrirán nuevas posibilidades para la exploración y la permanencia humana fuera de la Tierra. Con este descubrimiento, el sueño de establecer colonias autosostenibles en la Luna podría estar más cerca de hacerse realidad.