La NASA ha dado un nuevo paso en la exploración marciana: el rover Perseverance, que desde 2021 recorre la superficie del planeta rojo, ha comenzado una etapa clave de su misión: la búsqueda de señales de vida pasada en Marte. Esta fase se centra en una región especial lindera al cráter Jezero, que antiguamente habría contenido un lago y un delta fluvial, conocida como Krokodillen, que en noruego significa “cocodrilo”, y se cree que en esa área e encuentra una de las rocas más antiguas e interesantes del territorio marciano.
El rover ha investigado una zona llamada “Bright Angel”, ubicada en el borde del delta del cráter Jezero. Esta región es geológicamente compleja y rica en minerales arcillosos y sulfatados, elementos que en la Tierra suelen formarse en presencia de agua y pueden preservar rastros microscópicos de vida. "Si encontramos una posible muestra biológica aquí, lo más probable es que provenga de una época completamente diferente y mucho más temprana de la evolución de Marte que la que descubrimos el año pasado en el cráter con la roca ´Cheyava Falls´", comentó Ken Farley, científico del Instituto de Tecnología de California, en Pasadena.
Perseverance recolectará nuevas muestras de roca con la ayuda de su brazo robótico y herramientas de perforación, con la esperanza de encontrar biofirmas, es decir, señales químicas que podrían haber sido producidas por microorganismos. El análisis del suelo marciano no solo busca responder si alguna vez hubo vida en Marte, sino también entender cómo evolucionó su atmósfera, qué provocó la pérdida de su campo magnético y cómo su clima pasó de ser posiblemente cálido y húmedo a seco y frío.
Detectar arcillas en zonas de Krokodillen podría demostrar la hipótesis de que hubo abundante agua líquida en el pasado, probablemente antes de que el cráter Jezero se formara por el impacto de un asteroide. Estos datos son además valiosos para los científicos del clima en la Tierra porque ofrecen una ventana al futuro climático posible de nuestro propio planeta, especialmente en contextos de cambio climático acelerado y pérdida de equilibrio atmosférico.
![Detectar arcillas en zonas de Krokodillen podría demostrar la hipótesis de que hubo abundante agua líquida en el pasado.]()
Detectar arcillas en zonas de Krokodillen podría demostrar la hipótesis de que hubo abundante agua líquida en el pasado.
El rover, además de analizar el suelo y las rocas, está recogiendo muestras. "Hemos estado explorando Marte durante más de cuatro años y cada uno de los tubos de muestra que llevamos a bordo tiene su propia historia única y fascinante que contar. Quedan siete tubos de muestra vacíos y aún nos queda mucho camino por recorrer, por lo que vamos a mantener algunos tubos sin sellar por ahora. Esta estrategia nos da la máxima flexibilidad para seguir recolectando muestras rocosas diversas e interesantes”, sostuvo Katie Stack Morgan, científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en el sur de California.
Las muestras que está recolectando el rover serán eventualmente traídas a la Tierra por una misión futura, que podría lanzarse a fines de esta década. Mientras tanto, Perseverance seguirá enviando información crucial sobre la composición del suelo marciano, sus niveles de radiación, temperatura y presencia de elementos químicos clave.